¿Qué significa tener mente abierta?
Es un llamado a una
actitud libre de prejuicios y abrir los ojos al entendimiento. Por lo general
es muy difícil para mucha gente debido a que el condicionamiento negativo es
demasiado profundo y fuerte, los prejuicios pueden conducir fácilmente a
actitudes de negación. Sin embargo, es evidente que esa actitud no significa o
equivale a aceptar cualquier creencia, todos con mente abierta o no, tiene una
opinión al menos acerca de algún tema. En la formación de la opinión, como en
la aceptación, no solo cuenta el aprecio, gusto o deseo personal por una
alternativa, algo asimilable al prejuicio, si no que existen ciertos criterios
que permiten comprender.
Estamos rodeados de
conocimientos todo el tiempo y de situaciones inesperadas, el mantener la mente
abierta facilitará la asimilación de todo lo que nos rodea. La aceptación del
otro es el regalo más hermosos que podemos otorgar cuando juzgamos y señalamos
con el dedo debemos mirar bien nuestra mano y ver que no solo se señala al otro
si no también a uno mismo porque siempre tendremos un dedo señalándonos a
nosotros.
Si bien no todos somos
iguales eso es precisamente lo que nos distingue como seres humanos la
diferencias de creencias, deseos, sexualidad, forma de pensar y sentir forma
parte de la riqueza que tenemos, imaginemos que nuestra pareja, amigos entre
otros pensaran y sintieran igual que nosotros como podrimos dar un punto de
vista o conversar si siempre estarán de acuerdo con los que decimos, nunca
darán una respuesta distinta, todo sería muy momento y aburrido.
La mente abierta es una
herramienta muy difícil y fácil de aprender porque para que esta sea parte de
nuestra vida debemos aceptarnos primero tal cual somos, respetar al otro y la
libertad de pensamiento. La tolerancia es vital para una armonía entre las
razas y los seres vivos, aquí juegan más que los humanos, el animal y vegetal
también forma parte de ese aceptar que debemos aprender. Hoy día estamos
perdiendo la tolerancia vemos como nuestros pueblos se hunden en la rabia y en los
rencores por no aceptar lo que piensa y siente el otro, muchos somos racistas,
clasistas y sexistas en pleno siglo XXI.
Escuchemos al otro y demos la razón cuando sea necesario el entender y respetar no necesariamente es aceptación pero demos la oportunidad a la expresión.
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